Luis gana el duelo fraterno

Los hermanos Urías Figueroa, nacidos en Magdalena, se enfrentaron con victoria para el infield de los Cerveceros

Por primera vez en la historia, dos hermanos mexicanos se toparon en un partido de Grandes Ligas, una rivalidad fraterna con toque sonorense.

Los hermanos Urías, Luis y Ramón, oriundos de Magdalena de Kino, dejaron su huella en el partido que ganaron 4-3 los Cerveceros de Milwaukee ante los Orioles de Baltimore.

Estos dos peloteros comparten muchas cosas más allá de sus padres, ya que ambos celebraron su cumpleaños el 3 de junio, cuando Luis cumplió 26 y Ramón 29 años, además de que han conectado cuadrangular el mismo día en dos ocasiones.

Ahora pueden sumar un hito más a esta curiosa lista.

Luis, el más joven de los hermanos, disputó apenas su tercer encuentro de la campaña, luego de estar fuera por una larga lesión que lo dejó fuera desde el 30 de marzo, Opening Day de las Grandes Ligas.

Los Cerveceros de Milwaukee lo mandaron a la lista de lesionados de 60 días por una lesión en la pierna izquierda. Fue activado el 5 de junio, día que marcó su regreso a la gran carpa tras una larga ausencia.

Ocupó la segunda base como séptimo en el orden al bat, mientras que su hermano Ramón, defendió la causa de los Orioles como antesalista.

Luis terminó la tarde de 3-0 en la caja de bateo, y en sus tres actuaciones de MLB este año no ha dejado imparables, pero sí ha mostrado su calidad a la defensiva.

Así sucedió ayer cuando en el cierre de la octava entrada respondió ante una poderosa línea de Aaron Hicks para atraparla con un gran lance y ponerle fin a la entrada.

Ramón Urías tampoco respondió con el madero, ya que terminó el duelo sin imparables en sus cuatro turnos oficiales.

El duelo se definió en la décima entrada con los Cerveceros dejando tendidos a su rival gracias a un sencillo remolcador de Joey Wiemer, que sirvió para que Milwaukee recuperara el primer puesto en la división Central de la Liga Nacional.

Peter Strzelecki (3-4) fue el pitcher ganador, mientras que Austin Voth (1-2) cargó con el descalabro, pero todo esto, formó parte del anecdotario.