Rodrigo López aspira a convertirse en otro mexicano de Grandes Ligas

El pequeño “Titán”, a sus 11 años, tiene un gran palmarés en competencias municipales, estatales, nacionales e incluso internacionales para dejar en alto a la Liga Municipal de Tijuana.

Desde temprana edad, Rodrigo López Orozco se ha consolidado como una de las promesas más destacadas de la región en el beisbol nacional, y avanza a pasos agigantados para convertirse en un jugador mexicano más en las Grandes Ligas.

A sus 11 años de edad, el pequeño “Titán”, como se le conoce en Tijuana por su admiración a Adrián González, tiene un gran palmarés en competencias municipales, estatales, nacionales e incluso internacionales para dejar en alto a la Liga Municipal de Tijuana.

Inició en el beisbol desde la categoría Pañalitos en la ciudad fronteriza, y desde los tres años dejaba muestra de su calidad en los diamantes.

El nacido en San Diego, California, pero radicado en Mexicali juega el infield, como parador en corto y segunda base, lanza a la derecha y batea a la zurda, habilidades que lo han hecho un pelotero completo.

Rodrigo buscará engrosar en un futuro a la delegación mexicana en la historia de Grandes Ligas, y al tener sangre sonorense en sus venas, ya que su abuelo Jesús Orozco Figueroa, oriundo de Nacozari, se convirtió en una de sus principales influencias, tanto así, que unos de sus peloteros favoritos son los hermanos Luis y Ramón Urías, de Magdalena.

“Me gustaría jugar en Milwaukee, unos de los jugadores que admiro mucho son los hermanos Urías (Ramón y Luis), de hecho tengo una foto con Luis en el Panamericano (Sub 10), se subió con nosotros en el camión y tuvimos una gran experiencia con él, admiro cómo batea, cómo cobre el infield, es un jugador muy completo.

“Siempre he jugado infield desde chiquito, inicié jugando primera base, pero no me gustó, casi no te mueves, me gusta más moverme más en las jugadas y por eso me gustó más shortstop y segunda”, manifestó.

Sus inicios

Según lo relatado por Rodrigo y su mamá, Zalome Orozco, el pequeño pelotero tenía madera de beisbolista desde pequeño, incluso antes de aprender a caminar.

“Me platican mis papás que yo desde que tenía un año ya estaba con el bat de plástico bateando y cuando llegamos a la categoría Pañalitos, me enamoré del beisbol, y seguimos hasta acá jugando”, indicó Rodrigo.

“Él desde bebé le gustó mucho las pelotas en general, ya cuando él empezó a caminar, él se enfocó en puro beisbol, siempre quería estar afuera porque mi sobrino juega beisbol, y quería estar con él, y su tata es quien siempre lo llevó desde chiquito con bats y pelotas, y desde que inició siempre tenía su papel de beisbolista, y nosotros siempre apoyando”, secundó la madre.

Después de su etapa en la categoría Pañalitos, destacó en todas sus facetas.

En 2017 ganó su primer certamen nacional a los 5 años, después en cada una de las categoría formativas tuvo grandes éxitos.

Uno de los más importantes fue el certamen nacional 9-10 años 2022 en Los Mochis, Sinaloa, donde su equipo se quedó con el cetro, además de que Rodrigo fue el campeón bateador.

Su desempeño lo llevó a ser parte de la selección nacional que ganó el Campeonato Panamericano U10, en Culiacán, Sinaloa.

Incluso, fue mundialista en el torneo Pony League, de Luisiana, en Estados Unidos, donde se quedó con el subcampeonato.

Ya en este año, se consolidó con el equipo representativo de la Liga Municipal de Tijuana, novena con la que levantó el cetro de la MLB Cup 2023 al superar a la Liga Ojo de Agua, de Coahuila.

Todas estas competencias tienen un lugar en su corazón, y las recuerda con cariño por diferentes circunstancias.

“El mejor torneo que he jugado en el Panamericano, en Culiacán, fuimos campeones, luego el torneo de MLB Cup, el hecho de que haya sido televisado es una cosa muy bonita. Cuando se acababan los juegos me mandaban las jugadas, los batazos”, explicó.

Su desarrollo

Además de jugar en la Liga Municipal de Tijuana, Rodrigo forma parte del programa de desarrollo de Grand Baseball, en San Diego, California, que le sirve para complementar sus habilidades, además de buscar acompañar el deporte con su formación académica y personal.

“Yo siempre he querido jugar en Estados Unidos, mis papás me dieron la oportunidad de ir para allá, y la verdad sí es muy pesado, pero como es lo que me gusta se me hace divertido, me gusta, son más completos, hacemos infield, bateamos, hacemos físico, y es pesado, pero me gusta”, indicó.

El joven pelotero señaló también que uno de sus deseos es obtener una beca para preparatoria y posteriormente en alguna universidad de Estados Unidos para estudiar ingeniería Mecánica.